Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal
El próximo día 22 de mayo se estrena la última entrega del mítico Dr. Jones, Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (el 18 de mayo será proyectada en el Festival de Cine de Cannes). El director, Steven Spielberg y el productor ejecutivo y co-creador del personaje, George Lucas decidieron omitir el uso de efectos digitales generados por CGI, para seguir el estilo artístico de rodaje utilizado en las películas anteriores. Esta decisión ha dado un gran resultado, consiguiendo que muchas de las escenas sean tan naturales y entrañables como las que encontramos en las pelis anteriores. Por ejemplo, todos recordamos cuando Indy dispara a un matón de El Cairo tras el numerito acrobático de éste con una espada en la primera aventura del profesor y su búsqueda del Arca perdida…bien, pues en realidad no hay tal revólver en la imagen y nunca jamás se escribió esa escena en el guión.
Hay muchísimas anécdotas que contar sobre la saga de Indiana Jones. Por ejemplo, Harrison Ford no fue la primera elección para interpretar el papel de Indy, sino Tom Selleck, que lo rechazó poco después para rodar la serie Mágnum. Cuando Spielberg sugirió el nombre de Harrison Ford, a George Lucas no le hizo mucha gracia, pues su idea inicial era la de unir el nombre del actor al de su personaje en Star Wars, Han Solo.
Una de las fobias del famoso arqueólogo es su miedo a las ratas. Para la peli de La última Cruzada, se utilizaron más de 5.000 unidades de estos animalillos y por aquella época Ford tuvo alguno como mascota.
Tampoco parecía que ninguno tuviera problemas con las serpientes…excepto Karen Allen (Marion en la primera película y también en la que está a punto de estrenarse). Steven Spielberg le tiraba serpientes por la espalda para conseguir reacciones de pánico más reales.
Supongo que no sería así como el director conquistó a su esposa, Kate Capsaw (Wilhelmina “Willie” Scott ) durante el rodaje del Templo Maldito.
A pesar de los esfuerzos realizados para mantener en secreto la mayor parte de los aspectos de la nueva película, hay algunos detalles que ya se han escapado.
Un Indiana casi 20 años mayor, que debe parecer unos 10 años más joven que Harrison Ford (actualmente el actor tiene 64 años) pero que debe mantener el espíritu y los movimientos de un veinteañero, sin recurrir a los efectos digitales más modernos.
Para lograrlo, Ford ha pasado en los últimos meses hasta tres horas diarias en un gimnasio y se ha sometido a una dieta alimenticia basada en el consumo de un alto contenido de proteínas. Él mismo decidió realizar la mayor parte de las acrobacias del personaje.
La película está ubicada en parajes lejanos como las selvas de Perú, sin embargo, toda la cinta ha sido rodada en territorio estadounidense (lo más alejado ha sido Hawaii) pues Spielberg no quería separarse de su familia demasiado tiempo.
Indiana lucirá su traje habitual, con látigo incluido, por supuesto. Sin embargo, el vestuario de Cate Blanchett ha sido diseñado inspirándose en Marlene Dietrich y el de Shia LaBeouf (el chico de Transformers que ahora se baja del coche para subirse a una moto) recuerda al de Marlon Brando en The Wild Ones.
Hay muchas más anécdotas sobre todos los rodajes y las historias paralelas que han estado acompañando al Doctor Jones durante más 20 años. Esperemos que esta próxima entrega esté a la altura de lo que Indy se merece.
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